APRENDER A CAER

PARA APRENDER A DEFENDERSE HAY QUE SABER CAER

 Caerse es fácil, caer bien.. no tanto. 

Parece paradógico que sea importante saber caer, cuando en la realidad lo último que buscamos es acabar en el suelo. El suelo es, a priori, la posición más vulnerable y en la que nos encontramos más indefensos. Hay que evitarlo siempre, es una regla que todos los practicantes de defensa personal saben. Y, sin embargo, un fundamento muy importante es aprender a caer.

Es fundamental porque si te tiran al suelo, caer bien es la diferencia entre tener una posibilidad o no tener ninguna. Caerse es muy lesivo para empezar por la propia superficie y por los objetos que hay sobre ella. Por ejemplo piensa en caer en una superficie esfaltada, o los objetos que hay en el suelo normalmente como piedras, cristales, latas vacías, etc. Si a eso le sumamos una mala caida, del desenlace es desde bastante a extremadamente negativo.
Además, caer es malo pero saber tirar al suelo al agresor es muy positivo. Para aprender a tirar a alguien, practicamos con un compañero y éste debe saber caer. Así que caer se complementa con el aprendizaje de derribar.

Para caer hay que tener en cuenta muchas cosas:

• Tenemos que proteger nuestra cabeza, tanto si caemos hacia atrás, hacia delante o de lado.
• No caer de plano, intentar usar la inercia para balancearnos haciéndonos una bolita. 
• La fuerza generada por la caida hay que repartirla por la mayor superficie posible del cuerpo. Es muy importante entender que apoyarnos en la caida sobre las manos es peor que sobre los antebrazos, en el caso de una caida hacia delante. 
• Tener presente la causa de la caida. Si es un tropiezo puedes tomarte cierto tiempo para levantarte, pero si es un empujón, lo más importante es que te levantes lo ants posible, siempre de cara a tu agresor. 

Cómo caer:

En primer lugar es importante practicar cualquier caida en un suelo blando como puede ser un tatami para evitar lastimarnos hasta qeu dominemos la técnica.
Para aprender se puede empezar de cuclillas hasta sentirse con la seguridad suficiente de hacerlo erguido. 

HACIA ATRÁS

Pegar la barbilla al pecho, doblar ligeramente las rodillas y caer con la espalda curvada para favorecer el balanceo y evitar hacernos daño en la misma. Además, dependiendo de la superficie, podemos liberar parte de la fuerza de la caida con el golpeo simultáneo de los brazos (no las manos) en el suelo a una distancia aproximada de 45º respecto del cuerpo.

 DE LADO

El fundamento es el mismo, intentar balancearse con la mayor cantidad de superficie posible para no caer a plomo y evitar lesiones. La cabeza en tensión para no golpearla en el suelo. el brazo del lado al que caemos puede usarse para liberar la fuerza de la caida, colocándose a 45º del cuerpo.

HACIA DELANTE

En este caso es importante salvar las articulaciones de muñeca, codos y rodillas, además de la cara. Por eso al caer hacia delante apoyaremos la punta del pie y los antebrazos, dejando el resto del cuerpo en tensión. Los antebrazos se ponen en triángulo de forma que las manos cubran la cara en caso de impacto.

VOLTERETAS

Por supuesto también existe la posibilidad de aprovechar la inercia y hacer una voltereta, pero es muy importante que se tenga en cuenta el tipo de superficie que hay y los objetos con los que nos podemos chocar: farola, papelera, pared... para hacer este tipo de caida.


Os dejo un enlace que os será muy aclaratorio.


http://www.youtube.com/watch?v=tGCY597mwp8